Clic. En pantalla, un pequeño vídeo de un río en un bosque nevado. Clic. Ahora, una cámara moviéndose sin parar grabando desde la parte de atrás de un coche. Clic. Un bebé aparece mordisqueando un panecillo. Son vídeos normalmente terribles en calidad y contenido, pero tienen algo muy curioso en común.
Su nombre.
Entre 2009 y 2012, los iPhone y iPod Touch de Apple incluían una característica llamada «Enviar a YouTube» que permitía a los usuarios subir vídeos directamente a YouTube desde la aplicación de fotos.
Como explicó en su blog un ingeniero llamado Ben Wallace, aquello fue un verdadero bombazo para el crecimiento de YouTube, que gracias a eso vio como las subidas de vídeo se incrementaban en un 1700% durante la primera mitad de 2009.
En 2012 aquella curiosa funcionalidad dejó de estar disponible. Apple retiró la aplicación de YouTube en agosto de aquel año, pero a pesar de ello el legado de aquella opción ha sido especialmente curioso. Y lo es porque todos esos vídeos se subían con un nombre estándar: IMG_XXXX. Es decir, las letras «IMG_» seguidas de un número que iba del 0000 al 9999.
Todos esos contenidos que acabaron en YouTube siguen allí. Millones de vídeos con esos nombres —podéis buscar «IMG_0001» en YouTube para comprobarlo— pululan por la plataforma de vídeo de Google. En su inmensa mayoría se trata de vídeos insulsos, mal grabados y con una calidad muy pobre.
En muchos casos las visitas a esos vídeos son mínimas —algunos no tienen ni una sola—, pero el descubrimiento de Wallace ha dado pie a un proyecto de lo más original.
Lo ha creado Riley Walz, un desarrollador al que se le ocurrió ofrecer una forma especialmente simpática de «disfrutar» de esos vídeos. Walz ha creado IMG_0001, un sitio web en el cual es posible ir pasando de un vídeo a otro con un simple clic del ratón.
Los vídeos, siempre con formato IMG_XXXX, van sucediéndose de forma aleatoria. Nos permiten contemplar pequeños fragmentos de momentos que personas de todo el mundo capturaron y luego subieron a YouTube, probablemente sin tener especial intención de compartirlos o verlos después.
Eso se nota en dichos vídeos, que van saltando de tema y escenario de forma totalmente inesperada. Y al hacerlo, nos demuestran (al menos) dos cosas. La primera, la diversidad caótica y apoteósica de nuestras vidas.
La otra, que internet, una vez más, sigue siendo maravillosa.
En Xataka | Internet tal y como la conocíamos está muriendo: la IA generativa se la está cargando
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