Si los políticos y economistas no logran enderezar la economía, ¿pueden hacerlo los tecnólogos? Eso es lo que opina Elon Musk, que acompañado del emprendedor Vivek Ramaswamy ha comenzado a fichar a los miembros del equipo que teóricamente llevará a cabo unas reformas excepcionales. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho. En este caso, muchísimo.
DOGE. El Department of GOvernment Efficiency (DOGE) del que Musk lleva hablando desde antes de las elecciones se ha convertido en la último gran proyecto del magnate, que prometió recortar el presupuesto del Gobierno federal de EEUU en 2 billones de dólares. Es una cifra asombrosa y una visión espectacularmente optimista, sobre todo teniendo en cuenta que ese presupuesto asciende actualmente a 7 billones de dólares.
De expertos en economía nada. Para lograrlo tanto Musk como Vivek Ramaswamy, emprendedor también a cargo del proyecto, están comenzando a hacer fichajes de renombre para lograr estos objetivos. Pero no están acudiendo a gente con experiencia en este ámbito, y en lugar de eso han fichado a personalidades del mundo tech.
Fichajes estrella. Entre esos fichajes destacan Antonio Gracias —inversor y exdirectivo de Tesla—, Steve Davis —presidente de The Boring Company—, Joe Lonsdale —cofundador de Palantir—, Marc Andreessen y Bill Ackman —inversores— y Travis Kalanick —exCEO de Uber—. Ninguno de ellos tiene experiencia en el sector gubernamental. Según The Wall Street Journal, Andreessen está encargándose de dirigir esa captación de talento para lograr poner en marcha el ambicioso proyecto de recorte del presupuesto. Gracias y Davis ya ayudaron a Musk a realizar los polémicos recortes drásticos de la plantilla de Twitter (ahora X) nada más adquirirla.
«Ministro de rentabilidad». Aunque de momento ese departamento no es oficial, Elon Musk se convertiría de facto en una especie de ministro encargado de eliminar todo aquello que no sea rentable para el gobierno estadounidense. DOGE será un organismo externo que ofrecerá asesoría y consultoría para poner en marcha medidas drásticas de recorte de gastos.
Críticas de los expertos. En WSJ varios expertos financieros y legales que han visto fracasar iniciativas anteriores revelan que el objetivo de Musk es hasta descabellado. Entre los planes de Musk y Ramaswamy están la rescisión de «miles» de normas gubernamentales y el recorte de la plantilla federal. Muchísimas empresas y trabajos dependen precisamente de la regulación y el gasto federal, y el impacto de estas medidas podría ser enorme. Richard J. Pierce, profesor de la Universidad George Washington, asegura que Musk y Ramaswamy «ignoran totalmente» las realidades de la legislación federal: derogar normativas vigentes es mucho más complejo de lo que sugieren sus discursos públicos.
2 billones para 2026. Durante la campaña Elon Musk habló de recortar el presupuesto en 2 billones de dólares antes del 4 de julio de 2006 —cuando se celebra el 250 aniversario de la Declaración de Independencia—, pero la cifra parece enorme, sobre todo teniendo en cuenta que el presupuesto actual se sitúa en 7 billones de dólares. Eso podría suponer hacer recortes en programas muy populares como la Seguridad Social o Medicare. Trump sugirió que no iba a tocar dichos servicios como parte de sus promesas electorales.
Supervisión a la vista. Aunque las palabras de Musk parecen apuntar a que DOGE tendrá cierta capacidad para tomar decisiones sin más, la realidad es que aun con el apoyo de Trump habrá probablemente supervisión gubernamental para aprobar las medidas propuestas por DOGE. Marjorie Taylor Greene, una polarizadora congresista republicana, podría estar a cargo de un departamento oficial para supervisar dichas propuestas. Que DOGE y su equipo de personalidades de Silicon Valley o ese departamento de supervisión realmente acaben impactando en la economía de EEUU está aún por ver.
Imagen | Lucas Sankey
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