Alimentarnos es vital por una pura cuestión biológica. Comer es un placer y, pese algunas aberraciones que estamos viendo estos últimos tiempos en redes sociales, algo que deberíamos hacer para disfrutar. Asimismo, es una forma de compartir. La gastronomía ha tenido un papel fundamental a la hora de transmitir la cultura de cada sociedad, siendo una manifestación de su historia y tradiciones. Puedo aventurarme a decir que en todos los países, comer es compartir (excepto en Suecia) y, definitivamente, es algo que se aplica a países como España o toda Latinoamérica.
De hecho, la gastronomía de ambos territorios se ha enriquecido mutuamente y, en una reciente conferencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia, podemos ver cómo la llegada de los españoles al continente americano influyó en la alimentación de los pobladores del territorio que, actualmente, es Colombia.
Territorio. Blanca Ysabel Daza Martínez fue la encargada de impartir la conferencia que explora esa relación entre territorios y, para el estudio, la investigadora llevó a cabo una metodología histórica y antropológica basada en consultas a archivos, bibliotecas y trabajo de campo. Cubrió 15 rutas para profundizar en las tradiciones alimentarias locales y ver cómo un mismo plato puede variar de una región a otra.
El invariable maíz. Algo interesante a resaltar es que el maíz era un alimento esencial en la dieta colombiana antes de la llegada de los españoles, y lo siguió siendo tras esta. Es algo que, por ejemplo, también ocurre en México, donde recientemente se han descubierto restos de ofrendas al dios del maíz.
Daza Martínez comentó que «a partir de la llegada de los españoles, los alimentos típicos cambiaron o variaron, pero se siguen consumiendo». Se refiere a platillos como la chicha, el sancocho, el ajiaco, los frijoles, el cuchuco o el mondongo.
Aportaciones españolas. Sin embargo, la llegada de los españoles supuso que éstos introdujeron alimentos venidos del viejo continente o de otras zonas, pero que llevaron los colonos. Un ejemplo son los espárragos, pero también la caña de azúcar, las aceitunas y las castañas. Más importante, sin embargo, fue la llegada de animales no endémicos, como las vacas y los cerdos.
Y platos resultantes. La llegada de esos elementos «dio lugar a diversos platillos típicos actualmente, como los tamales, las arepas rellenas, los chorizos, las morcillas o los chicharrones, entre otros», comenta Daza Martínez. Fue todo un cambio cultural y no sólo dio pie a la creación de algunos de los platos más célebres de muchos puntos de Latinoamérica, sino también a nuevos guisos que surgieron gracias a la mezcla de ingredientes de los colonos y los nativos.
Hay varios ejemplos, siendo la lechona uno de ellos. Se trata de un guiso elaborado con cerdo relleno de cebolla, patata, hierbas frescas.y especias que no se consume en ninguna parte de España o de Europa, por lo que es un plato 100% típico de la región elaborado gracias a ese mestizaje culinario.
Riqueza gastronómica. Eso sí, preparaciones como la de los tamales o la de las arepas ya existían en la época precolombina, pero con la llegada de la carne de vaca y cerdo, supuso que esos platos ahora se rellenarían con nuevos ingredientes. Y, a su vez, la arepa terminó llegando a España, con una fuerte presencia en las Islas Canarias.
Además, en ese viaje por las regiones colombianas, muchos de los platos tradicionales tienen variaciones en su preparación dependiendo de la zona. Al final, como decimos, esa mezcla de ingredientes permitió enriquecer la cultura, favoreciendo que tanto España como México, Venezuela o Colombia, entre otros, tengan gastronomías envidiables. En este enlace puedes ver la conferencia de Ysabel, ya que es sumamente interesante.
Imagen | Maor X
En Xataka | Taste Atlas, el mapa definitivo para conocer los mejores platos de cada gastronomía del mundo
No hay reseñas todavía. Sé el primero en escribir una.