No falla. Si algún experto en IA comienza a ganar cierta popularidad, decide montárselo por su cuenta. Ocurrió con Ilya Sutskever o con Mira Murati, ambos exdirectivos de OpenAI, y ahora ha ocurrido con otro experto de IA que estaba ganando más y más fama.
François Chollet. Este investigador es muy conocido por crear en 2019 el benchmark ARC-AGI, un conjunto de pruebas que ponen al límite las capacidades de los modelos de IA más avanzados. De hecho la idea es tratar de establecer si una IA puede acabar siendo considerado como una inteligencia artificial general, algo que debería hacer cualquier modelo que supere estas pruebas. Este investigador anunció en noviembre que dejaba Google tras una década trabajando allí y donde desarrolló Keras, una API Open Source para crear modelos de IA.
Una nueva aventura llamada Ndea. Chollet de hecho lanzó una ONG junto a Mike Knoop —cofundador de Zapier— llamada The ARC Prize bajo la cual se gestiona y desarrolla ese benchmark. Sin embargo ahora ambos acaban de anunciar el lanzamiento de Ndea, con la cual quieren «desarrollar y operacionalizar» una AGI, como señalan en TechCrunch.
Quién es Mike Knoop. El otro cofundador de Ndea, Mike Knoop, fue uno de los responsables de Zapier en 2011. Esta empresa se ha convertido en una de los referentes a la hora de proporcionar automatizaciones para aplicaciones web. También se ha unido a Chollet previamente en la fundación de ARC Prize Foundation, para financiar el desarrollo del benchmark. Knoop ha dejado su trabajo en Zapier —aunque se mantendrá en el consejo de administración— para centrarse totalmente en Ndea.
Persiguiendo el santo grial de la AGI. El objetivo de Ndea es el mismo que persiguen el resto de grandes tecnológicas y startups de IA. Lo hacen OpenAI, Microsoft o Meta, pero también startups como las creadas por Sutskever, Murati o ahora Chollet y Knoop. Cada una parece plantear su propia estrategia —también Chollet—, pero lo cierto es que un objetivo perfecto. Muy aspiracional —lo que atrae expectación e inversión— pero que las empresas, por mucho que lo digan, no pueden asegurar que acabarán alcanzándolo.
Su estrategia. «Creemos que tenemos una posibilidad pequeña pero real de lograr un descubrimiento revolucionaro creando una IA que puede aprender al menos de forma tan eficiente como la gente, y que puede mantener esa mejora a lo largo del tiempo sin cuellos de botella a la vista», explicaba Chollet. Para ello usarán una técnica llamada síntesis de programas, con la que la IA puede generalizar problemas desconocidos para ella.
Financiación desconocida. No hay datos ni se ha desvelado si la startup ha recibido ya algún apoyo financiero por parte de inversores. Lo que sí ha dejado claro Chollet es que están buscando talento en este ámbito para reforzar el equipo de desarrollo, algo que apoya la teoría de que cuentan con algún tipo de respaldo económico.
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