Nueva Zelanda es sin duda conocida por sus parajes naturales, algunos únicos en el mundo. Estos singulares entornos van más allá de lo que encontramos sobre el terreno, ya que este país cuenta también con un fenómeno de lo más especial: una nube tan particular que tiene su propio nombre: Taieri Pet.
Taieri Pet. Taieri Pet es una nube recurrente que surge en un área cercana a Middlemarch, un pueblo en la región de Otago, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. El peculiar aspecto de esta nube fue captado recientemente desde el espacio por uno de los satélites de observación terrestre de la NASA y el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
La aparición recurrente de esta nube se debe a la singular interacción entre la orografía del terreno y a los vientos prevalentes en la región. Son los vientos del noroeste los que chocan con la cordillera de Patearoa, también conocida como Rock and Pillar Range. Esta cordillera transcurre prácticamente perpendicular a estos vientos lo que hace que el aire forme una especie de ola en la atmósfera
“Según se forman las nubes en la cresta de esta ola, [la nube] permanece quieta en el cielo y es moldeada por fuertes vientos que soplan a través de ella,” explicaba a la NASA John Law, del servivio meteorológico neozelandés.
Nubes lenticulares. Las nubes lenticulares (Altocumulus lenticularis) deben su nombre a su aspecto, semejante a una lente. Este tipo de nubes se forman en alturas de entre 2.000 y 5000 metros de altura (entre 6.500 y 16.500 pies) y no se asocian a precipitaciones.
Como Taieri Pet, estas formaciones aparecen cuando los vientos se topan con cordilleras montañosas o con otras barreras topográficas que obligan al viento a ascender hacia altitudes mayores en la atmósfera. El aire entonces se enfría de forma que la humedad transportada se condensa en estas nubes.
Desde el espacio. La imagen fue capturada el pasado 7 de septiembre por el instrumento OLI (Operational Land Imager) a bordo del satélite Landsat 8. Este satélite de observación terrestre fue lanzado en febrero de 2013 en un Atlas-V, fruto de la colaboración entre la agencia espacial estadounidense y el USGS.
OLI es uno de los dos instrumentos de observación a bordo del satélite (el otro es el Thermal Infrared Sensor o TIRS). En conjunto, estas dos herramientas permiten al satélite captar imágenes de la tierra con una reslolución espacial de 30 metros (100 metros en el caso de la cámara térmica y 15 metros en imágenes pancromáticas).
NASA Earth Observatory. Las imágenes publicadas cada día por NASA Earth Observatory nos permiten ver el mundo desde una perspectiva distinta. Más allá de la curiosidad que nos generen estas imágenes y de su belleza, el trabajo de esta división de la agencia espacial estadounidense nos permite conocer mejor el mundo que nos rodea.
Las imágenes satelitales sirven a geólogos, meteorólogos y oceanógrafos (entre otros expertos) para obtener datos cada vez más precisos de tierra, mar y aire, también con una perspectiva difícil de mantener en otras circunstancias. Estos satélites nos permiten desde monitorizar incendios hasta medir los recursos forestales de una región o país.
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Imagen | NASA Earth Observatory, Lauren Dauphin / Whites Aviation Ltd: Photographs. Alexander Turnbull Library
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