Apple ha logrado cumplir con un anhelo histórico. Por primera vez en su historia se ha convertido en líder de ventas globales en el primer trimestre del curso. En un contexto de crecimiento contenido del territorio de los smartphones, y con unas previsiones a la baja para los siguientes trimestres por el contexto de guerra arancelaria, la compañía americana sube al podio gracias a un modelo con nombre y apellidos: el iPhone 16e.
Apple como primer fabricante. Apple lidera las ventas globales de smartphones en el primer trimestre del año, en un mercado que crece un contenido 3% gracias al impulso de China y países emergentes.
La compañía goza de un 19% de cuota de mercado, un 1% más que el rival al que ha superado: Samsung. Apple crece un 4% interanual, Samsung sigue encadenando caídas, en este caso un 5%.
Los mercados clave. Apple lleva años buscando una forma de liderar el mercado global. El informe de Counterpoint muestra que una de las claves para lograrlo era dejar de poner el foco en Estados Unidos, Europa y China, para centrarse tanto en Japón como en países emergentes como India y parte del sudeste asiático.
Mientras la tendencia de ventas ha sido plana en los tres primeros países citados, el crecimiento ha subido al doble dígito en África, Oriente Medio, Japón, India y buena parte de Asia.
Ser premium está bien, bajar el precio está mejor. Apple lleva desde su nacimiento cultivando la imagen de marca aspiracional, una que tan solo vende producto premium. Pero la clave reside justo ahí: el producto premium no tiene por qué ir ligado a un precio desorbitado, y el iPhone 16e es la prueba. Su producto estrella, el iPhone, lleva años tocando techo en ventas, y apostar por la misma estrategia no funciona.
La compañía lleva años centrada en el iPhone de alto ticket, aunque año tras año los informes de mercado apunten a una tendencia clara: los iPhone estándar (modelos no Pro) venden, mucho. Reducir aún más el peaje de entrada al universo Apple con un producto de 599 dólares ha sido lo único que han necesito para liderar por primera vez en un primer trimestre.
La imagen de marca. Apple necesitaba decir adiós al iPhone SE, un teléfono obsoleto en diseño y especificaciones, para abrazar al iPhone 16e. Un modelo de entrada a la familia iPhone, con gran parte heredada de modelos anteriores, pero con una línea más actual, un procesador de primera línea y compatibilidad con Apple Intelligence. En otras palabras, un iPhone que siguiese protegiendo la exclusividad de marca, pese a renunciar a un ticket alto.
El marketing de este modelo es sencillo. Pese a sus diferencias en hardware tiene un apellido que vende: no deja de ser un iPhone de la familia 16, pero mucho más asequible. Ya en marzo se dejaba ver la tendencia, este teléfono se estaba vendiendo un 60% más que el iPhone SE de 2022, según datos de IDC.
Una nueva palanca de crecimiento. Hace apenas cinco años, países como India no eran apenas mercado para Apple. En 2023 la compañía abrió sus dos primeras Apple Store en el país, y se está empezando a convertir en una de sus principales palancas para impulsar las ventas del iPhone.
La clave para ganar en mercados emergentes es introducir producto económico, uno que comparta buena parte de la esencia de los modelos aspiracionales, con todo lo necesario para el usuario más mainstream. Para los más techies el iPhone 16e es un producto mediocre. Para el mercado global es justo el iPhone que llevaban pidiendo desde hace años.
Imagen | Xataka
En Xataka | He probado los iPhone 16 y 16 Pro. Tengo clarísimo cuál me compraría
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